Hazte la pregunta: ¿Quien soy?
Te invito a que te hagas la pregunta ¿Quien soy? y que anotes en un papel todo lo que se te ocurra
Usa frases que te definan, que expresen, dentro de las limitaciones del lenguaje, como eres, quien eres, lo que te gusta. Yo por ejemplo podría poner: me llamo María José, tengo 55 años, soy profesora de yoga, me gustan los gatos y los perros, soy morena, tengo dos hijos, etc.
Ahora cuestiona lo que has escrito
Por ejemplo:
- Si en vez de llamarme María José, me llamara Alicia ¿Seguiría siendo yo?
- Tengo 55 años, pero cuando tenía 20 ya era yo y lo seguiré siendo dentro de 10 años. NOTA: como regla general las informaciones que aparecen en el DNI no son muy «espirituales».
- Si tuviera otro trabajo ¿seguiría siendo yo?
- Si tuviera otro aspecto ¿seguiría siendo yo?
- Si hubiera nacido en otro lugar ¿seguiría siendo yo?
Continua cuestionando todo lo que sabes sobre ti y de donde han salido esas ideas, como se han ido formando en tu mente.
Por ejemplo yo podría decir «tengo los ojos castaños» :
- Si tuviera los ojos de otro color ¿seguiría siendo yo?
- ¿Qué significa tener los ojos castaños? ¿Qué color exacto de ojos?
- Si no supiera lo que significa la palabra «castaños»¿Seguiría teniendo los ojos castaños?
- En un mundo en el que todos tuvieran el pelo del mismo color que yo ¿Esto me definiría?
Ábrete a la posibilidad de que te estés definiendo a través de conceptos mentales
¿Eres esas ideas que se han formado en tu mente?
¿Eres aquello que tus ojos son capaces de ver y que tu mente es capaz de interpretar? ¿o eres algo más?
¿Surge algo que va mas allá?
Con un poquito de suerte, y de paciencia, irán surgiendo cosas que sí te acerquen a tu verdadera realidad, por ejemplo «si no fuera capaz de amar, no sería yo»